El sábado, el Real Zaragoza habrá disputado 16 partidos de Liga. Aun ganando al Athletic seguirá siendo último, pero necesita esa victoria para continuar peleando por un objetivo que vuelve a convertirse en un milagro para el conjunto aragonés. La temporada pasada llegó también colista al decimosexto encuentro, si bien sumó en Pamplona y se situó con diez puntos, los mismos que tiene ahora, a tres de la aduana de la salvación. El duelo frente al Athletic se presenta así como la primera gran final de las 23 que le restan hasta el final del curso.
Si gana su paso no será de gigante, aunque aliviará su camino hacia una meta muy complicada al acortar distancias con sus antecesores. En el caso de perder, la Catedral podría ser su tumba --colista y como mal menor a cinco puntos de la permanencia--. Para comprender la importancia de lo que ocurra en San Mamés, basta con repasar las anteriores catorce ediciones de la Liga con 20 equipos y ver quiénes y cómo evitaron el descenso en peor situación que el Real Zaragoza --en el caso de que el conjunto de Aguirre caiga en Bilbao-- una vez concluido en decimosexto partido.
Dos clubs partieron desde lo más bajo de la clasificación y lograron evitar la caída a Segunda. Su reacción fue espectacular y su esfuerzo, mayúsculo. En la temporada 2003-2004, el Espanyol arrancó la decimoséptima jornada con 8 puntos -- a 8 de la salvación-- y añadió 35 más a su cuenta (43) para quedarse al límite, 17º al cierre del campeonato. El Rayo empezó su escalada con 11 puntos --a 7 de la permanencia-- y finalizó en la 11ª posición con 38 más (49). Los madrileños ganaron diez encuentros, empataron ocho y solo perdieron cuatro en un esprint magnífico.
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Via: elperiodicodearagon.com
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