Abro la ventana, extiendo mi mano... y como siempre comienzan a golpearme las gotas de lluvia que caen siempre y cuando miro hacia el horizonte blanquiazul. El presente es triste y el panorama desolador, trágico incluso si no se logra vencer frente al Granada, la situación deportiva es decadente y la económica paupérrima. Para algunos parece haber llegado ahora el otoño, anochece antes y las hojas caen sobre el suelo, pero para algunos, como para el Real Zaragoza, hace tiempo que se escondió el sol, es más, el equipo aragonés hace tiempo que perdió sus hojas y a punto está de perder el tronco, frente a los andaluces no hay mayor opción que no sea el triunfo, aunque también es cierto que si este no llega tampoco pasará nada, a primera vista claro.
Ahora todo es distinto, ya nada se parece a mi niñez, y no porque yo haya perdido la ilusión del niño que despierta ante la vida, sino porque mi equipo perdió sus valores, su identidad y su nobleza…este no es mi club, al mió lo mataron como deportivamente acabarán muriendo también sus agresores. Sí, está claro, ustedes me han entendido, al igual que falleció el Real Zaragoza de antaño acabará falleciendo el actual, culpables estos por haberse fagocitado a esa entidad que tanto me llegó a emocionar antaño.
Leer Mas...
Via: Quique Riverola - aragonsport.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario