Manolo Jiménez no quiso perder ni un minuto para conocer de primera mano la voluntad de Leo Ponzio y se reunió con él, en su despacho, nada más terminar el entrenamiento de ayer, lunes. Durante un cuarto de hora, el capitán blanquillo le expuso sus motivos para querer regresar a su país y, ahora, la pelota está en el tejado del club, ya que el técnico no va a poner problemas. "De mi parte, tiene vía libre para salir", señaló en radio Rivadavia.
Jiménez ya dijo en su presentación que contaba con él, pero también añadió que desea tener solamente a sus órdenes a jugadores comprometidos y con los cinco sentidos en el equipo. El argentino quiere mucho al Real Zaragoza, lo demostró al regresar al club cuando se encontraba en Segunda división, pero en estos momentos los motivos personales que tiene para haber decidido irse son más fuertes. Tanto que no le permiten estar al cien por cien para ayudar a sus compañeros como a él le gustaría.
Jiménez lo sabe y respeta su postura, aunque en la entidad maña no se pierde la esperanza de que el andaluz sea capaz de convencerlo, algo que es muy complicado. Ponzio parece tenerlo claro y, en principio, no hay marcha atrás. Quiere volver a su país e incluso ya ha rechazado una buena oferta del Udinese.
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