La base de cualquier equipo que opte a salvarse debe ser convertirse en una escuadra aguerrida, fuerte, difícil de batir. Hasta el momento, el Real Zaragoza no ha hecho más que defenderse como gato panza arriba, fallándole las garras en momentos delicados. Una realidad que ha colocado a los aragoneses colistas y que obliga a Manolo Jiménez a darle un vuelco completo.
Porque los maños han encajado 31 goles en 16 partidos, siendo el equipo que más veces recoge el balón de las mallas de toda la Liga BBVA. La última vez que Roberto Jiménez fue capaz de dejar la portería a cero fue contra la Real Sociedad en el triunfo que dio paso a la pésima racha que provocó la destitución de Javier Aguirre y la llegada del técnico andaluz. Un entrenador que en anteriores equipos ha impuesto un severo sistema defensivo, donde el orden y la disciplina han primado sobre la imaginación de los futbolistas.
Precisamente eso necesita el Real Zaragoza que llegará a Santander con varias bajas. David Mateos seguirá ausente por su lesión muscular, mientras que Maurizio Lanzaro lo será por la tarjeta roja de San Mamés. Más opciones tiene Paulo da Silva, que este martes completó la primera parte del entrenamiento de la tarde junto al grupo y el miércoles no tuvo problemas en seguir el ritmo. El paraguayo sufrió una rotura fibrilar que le ha mantenido varios choques fuera de los terrenos de juego, pero su recuperación parece estar viviendo sus últimos plazos.
Via: @fcastarlenas - aragondigital.com
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