En su presentación, Manolo Jiménez apuntó a tres claves que considera imprescindibles para que este Zaragoza vuelva a obrar el milagro de la salvación: "Autoestima, autoconfianza y que pongan en el campo todo lo que pueden dar", remarcó. La frase podría parecer obligada por el momento, pero él mismo se la aplicó en su primera jornada vestido de corto en la Ciudad Deportiva. Jiménez se mostró impetuoso, animoso y exigente al mismo tiempo con sus nuevos pupilos. En todo momento pidió intensidad a sus jugadores, pero también fue amable y trató de trabajar ante todo el plano moral.
Acompañado por una libreta durante toda la mañana, Jiménez es consciente de que el reto que se le presenta en Zaragoza es complicado. Por ello, prefiere ir apagando fuegos en orden y no entrar de lleno en todos los problemas que arrastra este equipo. Ayer, esa libreta marcaba como inicio dos tareas fundamentales. Primero devolver la fe a este grupo de futbolistas. Y segundo, reforzar el carácter y algunos de los conceptos defensivos que el grupo tiene algo viciados.
Jiménez es consciente de que el reto exige mucho carácter. Él lo mostró en su estreno en gestos como indicarle a Barrera que cuando reciba en banda encare a su rival, en lugar de girarse hacia atrás de manera instintiva.
Via: Juan P. Montaner - as.com
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