Las diferencias de parecer sobre el reparto de los ingresos de los derechos televisivos ocasionaron la noche del jueves en Italia una escena impactante: Aurelio de Laurentis (presidente del Nápoles) y Claudio Lotito (presidente del Lazio) se empujaron y se amagaron con los puños en medio de una ardiente discusión. En España, la batalla sobre el modelo de comercialización de esos derechos no ha alcanzado el tremendismo italiano, pero sí que ha abierto una brecha considerable en la Liga de Fútbol Profesional. El recién abortado cierre patronal y el conflicto surgido entre el Real Zaragoza, sus aliados del G-6, y la mayoría de los clubes de la Liga solo es la punta del iceberg.
Lo que hay en juego es otra cosa: el consenso nacional en un nuevo reparto de los ingresos generados por lo derechos de televisión a partir de la temporada 2014-2015. La LFP, impulsada por la locomotora de Real Madrid y Barcelona -en este asunto un perfecto matrimonio de conveniencia-, ya ha perfilado un modelo que poco tiene de novedoso. La reacción ha surgido en el G-6, con Fernando Roig, José María del Nido y Agapito Iglesias como principales motores de la oposición. Ellos denuncian una desigualdad que tampoco es nueva: el desequilibrio causado por Barcelona y Real Madrid, que se reparten el 35% del total percibido por el fútbol español. Proponen una distribución más equitativa, racional y meritoria, similar al modelo de las principales ligas europeas, donde los derechos están centralizados. Leer Mas...
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