En las últimas semanas, son varios los ex futbolistas (Ayala, Pavón, Ewerthon, Pulido, Pablo Amo, Babic) y ex trabajadores (Marcelino García Toral, Gerhard Poschner) del Real Zaragoza -entre otros acreedores- que han solicitado el embargo de bienes de la entidad para obtener el dinero que se les debe. Entre los diferentes grifos a los que sus abogados han hecho referencia al juez para acometer dichos embargos se encuentran las recaudaciones de las taquillas en los partidos que el equipo aragonés dispute hasta final de temporada en La Romareda (algunas denuncias, interpuestas en febrero, ya citaban e incluian los duelos contra el Atlético de Madrid, el Athletic de Bilbao y el Valencia, que ya han pasado).
Agapito Iglesias ha contrarrestado dichos autos de juicios cambiarios con un documento en el que, en principio, rompe la intención de los solicitantes de acceder al dinero que se obtenga en las ventanillas de estadio por venta de entradas en los choques que el Zaragoza juegue como local hasta el final de la Liga. En dicha respuesta, el letrado que lleva los asuntos de la entidad, Daniel Marcellán, advierte que, de las taquillas, va a ser imposible que nadie rescate un solo euro. Según dice el Real Zaragoza, las recaudaciones obtenidas «correspondientes a los partidos ya disputados en fechas de 20 de febrero y 2 de marzo (Atlético y Athletic), fueron destinadas a pagar otras deudas con otros acreedores». Asimismo, argumenta que «los importes del partido de fecha 13 de marzo (Valencia), fueron previamente cedidos a terceros acreedores». Es decir, que no cabe efecto retroactivo para que nadie capture ese dinero ya que está colocado en diferentes nichos preferenciales de la deuda de la SAD.
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