Tres puntos. Tres fundamentales puntos consiguió anoche el Real Zaragoza en su dura batalla por la permanencia. Tres puntos que eran vitales. Tres puntos que había que ganar, y se ganaron. Tres puntos que se quedaron en Zaragoza con todo merecimiento tras un gran partido de los blanquillos, especialmente en la primera parte, y que con un poco de puntería podríamos estar hablando de un resultado mucho más holgado. Tres puntos que cambian una liga dado que el Zaragoza se aleja un poco del descenso (a +3) y mete a muchos equipos en la pomada, como el propio Getafe o la Real Sociedad que se están hundiendo, de tal manera que sólo está a dos puntos del puesto 13.
Pero tres puntos que parece que tendríamos que devolver, a tenor de todo lo que se está diciendo sobre nosotros. Y es que ayer, en el tramo final de un vital partido de fútbol, hubieron sucesos reprobables como son el lanzamiento de pelotas al campo. Algo que es poco habitual en una noble grada como la de La Romareda, pero algo que sucede a menudo en campos como el del Sevilla o el del Osasuna. El mismo Real Zaragoza lo sufrió la semana pasada con los dichosos recogepelotas. Bien es cierto que se le añade algo de gravedad que del incedente de las pelotas también participó el banquillo zaragocista mandando un balón al cesped. Pero hay que poner las cosas en su contexto dado que el Real Zaragoza se jugaba la vida en el partido de ayer, y perder tiempo es algo que hacen muchos equipos. ¿Es peor perder tiempo echando balones al campo que fingiendo una lesión? Además el partido venía muy caliente por la cruzada personal del ventajista presidente del Getafe, el señor Ángel Torres, por matar al equipo aragonés en los despachos.
Y no estoy justificando nada, pero estoy cansado de los encarnizados y gratuitos ataques contra la bendita Romareda.
Anoche al acabar el partido Míchel dijo que era "indigno de Primera División" y luego Aguirre en rueda de prensa se pegó 15 minutos pidiendo disculpas, dando argumentos suficientes al abogado demandante. Aguirre estuvo excesivamente elegante, rozando la enervación. Luego las radios nacionales, en los programas nocturnos, se pusieron a hablar todas con el presidente y/o el entrenador del Getafe, nadie salió a hablar por parte del Real Zaragoza, y claro, de fútbol no se habló nada, sólo de los malditos balones. En la COPE el señor Alcalá incluso sugirió que esto era premeditado y que era parte de la estrategia del Zaragoza. En unos y otros medios se nos pedía poco menos que el descenso administrativo y la quema de La Romareda. Pero el colmo de todo es que el diario Marca, en portada nacional, titula: "Táctica de los maños: tirar balones desde el banquillo al césped"... Ojo, que no es la única perlita de este diario ya que la crónica del partido en su edición digital es: "El Zaragoza no paga, el Getafe no gana"...
Tal vez este desprecio de todo el fútbol español nos lo hemos ganado estos últimos años de barbaridades y malas artes agapiteña, pero creo que la institución Real Zaragoza, esta santa ciudad y esta bendita y sufridora afición, se merece más respeto.A mí ya me tienen hasta las pelotas.
No puedo estar más de acuerdo en todo. Es indignante lo de estos medios que intentan hundir al Zaragoza a toda costa y, lo peor de todo, es que la gente del resto de España que ni vea nuestros partidos ni se dedique a seguir 5 minutos nuestro trabajo y nuestra historia, se creen todo como tontos... ¡Vale ya de dejar esta imagen del Real Zaragoza y el zargocismo! Vale que lo de ayer estuvo mal, pero hay cosas muchísimo peores de otros equipos "grandes" y siempre la están pasando por alto ¬¬
ResponderEliminarAún así, y pese a todo, gran vistoria de nuestro equipo y un esfuero increíble, de nuevo, de los 11 que saltaron al campo. Otra cosa no, pero compromiso tienen para dar y vender, y así nos salvamos seguro.
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ResponderEliminarEs chiquillada mandar un balón al cesped. Pero no quiero les culpar. Recae sobre el club toda la responsabilidad. El Zaragoza han sufrido más de lo necesario hasta ahora.
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